Cuentos Amazónicos 3

Este tercer volumen de «Cuentos amazónicos» está nutrido, en su totalidad, de voces femeninas. Cual río de imaginación desbordante, nueve encantadoras historias, salpicadas de embeleso, irrigan playas de sendos misterios y de mágicas aventuras sin igual. Los cuentos abarcan temas referidos a la naturaleza y a sus seres protectores, al bosque en todo su magnitud, a la planta madre ayahuasca, a situaciones cotidianas y a sucesos acaecidos en las brechas del acontecer actual. A continuación un recuento del contenido del libro.

«El aguaje», de Delsy Violeta Ramírez Rojas nos presenta a Grimaldo Yalta, un hombre citadino dueño de una plantación de aguajes. En esta formidable historia, lo que se refleja al inicio como un indicio de avaricia, más adelante se impone como una sabia precaución, propia del poblador selvático con conocimientos ancestrales. La ambición de un segundo personaje, que se verá envuelto en un suceso aterrador, de dimensiones hasta míticas, desembocará en un mensaje aleccionador, de profunda reflexión.

En «El brujo embrujado», de Daphne Viena Oliveira, Bolón, caracterizado por gastar bromas de mal gusto a sus amigos, causará revuelo en el caserío Casa Grande, a tal punto de gestar ojeriza en sus pobladores, en especial en el brujo Gashpa. Inmune a las amenazas, e incrédulo, seguirá con su vida sin novedad, haciendo de las suyas, hasta que un antojo de su mujer embarazada lo llevará a pedirle un favor al mismísimo brujo. En una situación confusa, crucial para el brujo, pero cómica para Bolón, quedará demostrado en el pueblo que «lo justo es lo primero».

«Mujer de los ojos negros», de Irma López Chumbe, realza a la mujer amazónica y a sus encantos, como excusa para dar pase, en fina alegoría y con una prosa sencilla, al proceso de adaptación del hombre mestizo con el medio natural que lo rodea. En ese contexto, Don Eleuterio, el protagonista de esta historia, no solo es ese hombre perdido que busca abrirse paso en la vasta selva amazónica; también es el típico poblador selvático que explora, cuida la naturaleza y no deja morir sus costumbres y tradiciones.

«Tres gatos», de Connie Philipps, explora el devenir de tres inusuales gatos. En un clima de armonía, nostalgia y calidez familiar, con paisajes que van desde una acogedora casa, un jardín y una perra amistosa, se suscitan escenas con un hilo conductor que develará un fatal descubrimiento.

«El encanto de la sirena», de Isabel Valles Garcia, además de ser una hermosa historia, se centra en acontecimientos cotidianos propios de las familias amazónicas. En un primer escenario retrata a unos padres esforzados en la subsistencia del día a día. En uno segundo, se centra en los hijos, en cómo estos, a pesar de ser pequeños, deben afrontar los nuevos e inusuales acontecimientos.

En «Oscar y la ayahuasca», de Melissa Vecco, la reflexión en torno a lo sagrado es un tema recurrente. Venido de occidente, tras tomar ayahuasca y convertirse en curandero, Oscar deberá enfrentar sus miedos y dudas para encontrarse consigo mismo.

«Esperanza», de Melita López Ochoa, la historia más extensa de este libro, nos enrumba sin aliento por la azarosa vida de una mujer que deberá adaptarse a las nuevas condiciones de convivencia impuestas por el gobierno. Es el auge de la pandemia y la vida pende de un hilo para cualquiera que se contagie con COVID-19. Esperanza, ante la extrañeza y mezquindad de sus propios familiares, no tendrá otra opción que vérselas consigo misma.

«La caja», de Elsa Angulo Vásquez, es un cuento de horror y misterio de connotaciones clásicas. Ambientando en una ciudad amazónica, una criatura de ultratumba, vampiresca, será rescatada de una misteriosa caja.

«Arena la sirena», de Flor Libertad Linares Flores, fiel al título musical que da pie a esta acuática historia, narra la enternecedora aventura de cómo una sirena que descubre la música en el exterior, hará lo posible para llevarla al fondo de las aguas. Con un cómplice de su mundo, tendrán que vérselas con muchas vicisitudes para lograrlo. Solo será cuestión de saber buscar en el lugar indicado.

«Cuentos amazónicos», de autoras contemporáneas, es un libro que no debe faltar en sus bibliotecas. De plano, se los recomiendo.

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